jueves, 21 de agosto de 2008

Un estudio sociológico


Por:

Héctor A. Martínez Spota



Las caracteristicas étnicas o la nacionalidad de una persona, ¿ influyen de alguna manera en la forma en que ésta se comporta ante diversas circunstancias de la vida?.

Esta cuestión, que ha ocupado al menos el 70 por ciento de la capacidad mental de los estudiosos del comportamiento humano a través de la historia del mundo, no ha encontrado a la fecha una explicación todo lo satisfactoria que se requiere, razón por la cual, haciendo gala de un espíritu solidario para con la humanidad y armado de la visión y sagacidad que Dios me ha dado, me propongo ahora a abordar tan espinoso asunto, tratando de encontrar la luz que a otros se les ha negado.

Y para empezar pongamos por ejemplo un problema clásico en cualquier lugar del mundo, de esta manera veremos la forma en que cada ciudadano reacciona.

Qué ocurre y cual es el comportamiento reactivo de la persona que deja las llaves del auto pegadas al contacto ?, caso harto común en todo el Globo, de acuerdo a sus orígenes étnicos y su nacionalidad?.

MEXICANO.- Al percatarse del problema, golpea el toldo del auto, rasguña el cristal, patea las llantas, se acuerda de la mama de los habitantes todos del planeta, se jala los cabellos, lanza miradas futibundas a todo aquel que pasa junto a él, como si otros tuvieran la culpa de su descuido; inicia una frenética danza que cimbra los alrededores del auto finalizada la cual, opta por recurrir al cerrajero que en cuestión de segundos abre la portezuela y el problema queda resuelto.

Resultado: Una hora y media perdida, dolor de estómago, cabello alborotado, corbata fuera de su lugar y cien pesos menos en la cartera.

JAPONES.- Evalúa rápidamente el problema y duda entre abrir la portezuela con un golpe de karate o idear un accesorio para hacerlo.

Opta por esto último: despoja - ahora sí con un golpe de karate .- a un repartidor de tintorería de un gancho metálico y logra abrir.

Resultado: Quince minutos perdidos, un repartidor de lavandería golpeado y un gancho deformado.

CHINO.- Estos no tienen problema alguno porque las bicicletas no funcionan con switch ni tienen portezuelas y en todo caso se las llevarían cargando resolviendo el entuerto.

CUBANO.- Sin problema alguno porque los seguros de los autos modelo 1943 ya no sirven y a los actuales Sil soviéticos no tienen acceso mas que los grandes jerarcas del partido, que a su vez se reparten el pastel y esos tienen a su servicio a choferes aleccionados de que, al cometer un descuido de este tipo, podrían terminar sus vidas en lo más lejano de Oriente cortando caña.

ESTADOUNIDENSE.- (que no Americano ni Norteamericano).- Al advertir el problema, se mira al espejo para cerciorarse que la corbata está en su sitio; se dirige al Mc Donalds más cercano al tiempo que echa mano de su celular.

En diez m inutos, en tanto da cuenta de una Mc doble, llega el auxilio vial y el impecable mecánico resuelve en cuestión de segundos el problema.

Liquida la hamburguesa y el servicio, se mira nuevamente al espejo y continúa sus rutinas.

Resultado: Quince minutos perdidos, un estómago preparado para las tareas del día y la certeza de que la corbata se encuentra en su sitio.

ESPAÑOL.- Si es Andaluz, cantará unas saetas y se quejará de "su mardita suerte con el cochesito que ojalá se oxidara".

Finalmente, acude al garaje más cercano a pedir auida.

El operario tardará diez minutos en explicarle que: "tiene un doló de muela que mardita sea la estampa de quien lo parió". Enseguida, quince minutos más en el traslado al sitio donde se encuentra el vehículo; cinco más para darse cuenta que: "no hé traío la herramienta necesaria", treinta en ir y volver al taller y cinco más para abrir la portezuela.

Resultado: Dos horas ´perdidas, siete saetas cantadas, dos jotas bailadas, la certeza de que "el doló de la muelesita" del obrero es cosa seria y doscientos pesetas menos en el bolsillo.

INGLES.- Al percatarse del problema, se alisa el traje y se mesa el cabello, emprendiendo a pié el recorrido a su destino, más tarde regresará por el auto.

Resultado: un minuto perdido en alisarse el traje y mesarse el cabello, ya que su oficina está enfrente adel lugar y pronto un "Boy" resolverá el problema.

ARABE.- Al observar lo ocurrido, hace la parada al camello más próximo y se dirige a la automotriz a comprar otro auto de un color más bonito, rogando a Alá que en este no se le ocurrra dejar las llaves olvidadas.

Resultado: Enfado de tres de las diez concubinas por la tardanza; dos horas perdidas y muchos riyales o dolares menos en el bolsillo.

Así vemos que tal vez la altura, el clima, la alimentación, el color o sabrá Dios qué, influyen decisivamente en el comportamiento ante cualquier problema, de los diferentes pueblos que habitan nuestrom hermoso y sufrido planeta.

Y ahora, señoras y señores, he terminado venturosamente este concienzudo estudio, pueden ir en paz; esta gota de sabiduría fué gratuita, por galantería del autor, las siguientes podrán tener un costo.

Todo comentario será bienvenido al e-mail: hectorams@gmail.com

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