martes, 2 de septiembre de 2008

La política me da risa


Por:

Héctor Augusto Martínez Spota


Es interesante en nuestros días, ver la televisión, escuchar la radio o leer los periódicos; los temas principales, sin temor a equivocarme, son: en primer lugar la nota roja con las campañas del gobierno en contra del narcotráfico, notas que, sin lugar a dudas, representan más una acometida publicitaria a favor de los operadores del nefasto comercio, que una crítica, censura o condena al mismo.
A continuación, no podía faltar el chisme de los espectáculos, como si nos fuera la vida en saber si tal o cual artista, muy macho o muy femenina en la pantalla, se acuestan con otros seres tanto del sexo opuesto como con los de su misma filiación (que se ha dado el caso), sin que les una precísamente un acta del Registro Civil.
Én cuanto se refiere a las llamadas "páginas de sociales", éstas siguen exactamente igual que siempre, desde el porfiriato, como escaparate de personajes denominados por los propios alambicados cronistas como: "la gente bonita", como si la demás que vive en este sufrido pais y que más que la elite que llena estas páginas, produce, genera empleos trabaja y sostiene integralmente a esta nación, no fuera lo suficientemente "bonita" como para aparecer en las susodichas publicaciones, en tanto los huespedes permanentes de las páginas de sociales aparecen en estos sitios reservados solo para gente "distinguida" haciendo ostentación de su riqueza en dinero en tanto con sus bacanales y desmanes diversos que cuentan siempre, sin lugar a dudas de la impunidad que les dá el hecho de "tener ante las autoridades la influencia que les dá el dinero y su o sus apellidos", hacen gala de su evidente pobreza moral.
Del mismo modo, las páginas políticas de los diarios tienen su mucho de encantador.
Tenemos el caso de la prohibición de aplicar recursos del erario para cultivar la imágen de los gobernantes; pues esto, aunque sea difícil de creer, se sigue haciendo a ciencia y paciencia de las autoridades encargadas de velar y salvaguardar esta disposición.
Y así tenemos que, efectívamente ya no se menciona el nombre del gobernante, pero claramente se da a entender de quien se habla y aquí el ejemplo clásico de lo que decimos:
Pasan imágenes de un super puente y a continuación surge el escudo de la entidad donde se construyó y el comentario: "El gobierno del estado X si cumple con sus compromisos".
Se sobre entiende que el Gobernador del estado X es Don Fulano de tal, quien ahora al dejar la chamba por vencimiento de su periodo constitucional, aspira al hueso mayor (claro está que, esto ocurrirá bajo el amparo de su H. Partido político).
Y de esta manera las pre campañas se siguen haciendo y el costo de las mismas, a pesar de las leyes, se siguen sufragando con fondos públicos que estarían mejor aplicados si se construyeran escuelas, hospitales, dispensarios, habitación digna para el ciudadano, o dotar a la población de seguridad o servicios de salud adecuados y dignos.
De igual manera, todos los gobernantes al parecer disponen de mucho dinero para publicitar sus personales tendencias, aspiraciones o programas de acción política personal y así tenemos que existen campañas continuas de seis años como la que realiza "El Presidente legítimo" (cuya legitimidad al parecer cuenta con un sello de calidad inviolable), sin que logremos saber a ciencia cierta de donde proceden los incalculables recursos con que se alimentan dichas campañas, que en cuanto se refiere a la población que "voluntariamente" asiste a los plantones, reuniones y manifestaciones , sabemos -como lo sabe todo el país-, que es personal a sueldo del amarillo gobierno de la ciudad de México, quienes son espléndidamente "gratificados" con 300 pesos por día, una gorra, una torta y su correspondiente refresco, un paliacate, una playera con

"El Sol Azteca" y el obligado pago de su día de salario.
Y en esta forma, en nuestra surrealista patria desde las tribunas públicas y camerales, aparentemente se combaten ciertos vicios creados por el sistema y por la "oprobiosa dictadura de los 70 años", como reza el discurso de algunos partidos , pero en el fondo se han estructurado los mecanismos para preservarlos en provecho, claro está, de los propios políticos del doble discurso que públicamente se escandalizan de que continúen las nomalías que a los ojos del inocente ciudadano aparentaron combatir con encendidos discursos en sus apariciones en los medios de comunicación, cuando posaban en sus campañas promoviendo "El Cambio", que solo resultó ser un cambio de bolsillo, no un cambio de política ni de manejo del país, ya que los propios políticos, en forma descarada, se siguen beneficiando del uso solapado, arbitrario e ilegal de los medios de comunicación.
¡ Aaaaalgame Dios...!, como dijera mi querido Don Vale.

Todo comentario se agradecerá al e-mail: hectorams@gmail.com

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