miércoles, 17 de septiembre de 2008

¿ Y si los Aztecas hubiesen descubierto Europa ? 4o capítulo.

Por:
Héctor Augusto Martínez Spota

( continúa )
Yo soy rehen de una expedición de ésta raza que tocó nuestras tierras y me trajeron prisionero, aunque ya he sido liberado.
¿ Y que los trae a estas tierras ?
Venimos -dijo Topiltzin-, en nombre de nuestro muy amado soberano Foxtezuma primero a traer a estas tierras la fé verdadera en nuestro señor Huitzilopochtli y nuestra amada señora Tonantzin y a traer a estos naturales incultos nuestra lengua.
Y agregó: ¿ Podemos saber, a donde hemos llegado ?.
"Al hermoso puerto de Vigo, donde se degustan las mejores sardinas de estas tierras, ¡ Vive Dios !.
Topiltzin se quedó en ascuas porque, para empezar, no siquiera sabía qué era una sardina.
¿ Y cual es tu nombre ?.
Mi nombre actual es Juan de Jesús.
¿ Quien es tu soberano ?
Gobiernan estas tierras -respondió-, Los reyes católicos Isabel y Fernando.
Mientras este diálogo se desarrollaba, los dos grupos - los rercién llegados y los naturales -, miraban alelados la escena.
Por otra parte, un delicioso olor se desprendi´´o entonces de una fogata donde daba vueltas un extraño animal haciendo que la salivación acudiera a los labios de los esforzados navegantes.
Al percatarse de ello, Juan de Jesús dijo a los recién llegados: "¿Nos quieren acompañar?, deben tener hambre".
Intrigado, Topiltzin señaló al animal que se cocinaba ¿ Y eso qué es ?.
¿ Aquello ?, repuso Juan de Jesús, es simplemente un cochinillo asado.
¿ Cochinillo ?.
Si; acérquense a probarlo.
Todavía con cierto recelo se acercaron a la fogara y el olor seguía siendo muy atractivo hasta que, en platos desechables ( ¡hombre!, en junos pedazos de hoja, caramba. ¿ No puede uno tomarse ciertas libertades de imaginación?., En esos platos desechables, decíamos, empezaron a servir generosos trozos del famoso "cochinillo" a los recién llegados que de inmediato se dieron a la tarea de probar aquel delicioso manjar.
Con rostros que denotaban el deleite agradecieron a aquellos naturales el banquete al que les habían convidado.
Luego, en extraños recipientes les fué servido un líquido de color oscuro y aroma ácido al que llamaban "vino".
Después del tercer vaso de este líquido, a los esforzados aventureros les dieron ganas de reir y bailar, lo cual, a invitación de los naturales empezaron a hacer imitando a estos alrededor de la fogata.
Topiltzin estuvo de acuerdo en que aquel manjaer, aún proviniendo de una especie inferior, tenía un gusto superior.
Durante lo que podríamos llamar la sobremesa, Topiltzin logró enterarse de la forma en que Juan de Jesús había sido capturado por aquellos extraños y llevado hasta las tierras en que ahora se encontraba.
El sopor, producto de las contínuas libaciones de aquel extraño brebaje, empezó a hacerse sentir en el cuerpo de los valientes descubridores.
Sin embargo, Topiltzin, recordando su encomienda, ordenó a Ahuitzotl Cacama, su Primer Oficial, que desembarcara los pendones para tomar posesión, en forma oficial, de las tierras recién descubiertas.
( continuará )

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