Por:
Héctor Augusto Martínez Spota
( Continúa)
Al mismo tiempo, ordenó a Europo Pipiltzin que tomara nota de la ubicación de las tierras recién descubiertas, elaborando las primeras cartas de marear que servirían de guía a quienes les siguieran en la emigración que se avecinaba.
Los pendones lelgaron y con gran ceremonia, Topiltzin, rodeado de sus bravos tomó posesión de aquellas tierras pronunciando el discurso que traía preparado para el efecto :
"En nombre de sus Muy Aztecas Majestades, Foxtezuma Primero y Martolinalli, tomo posesión de estas tierras recién descubiertas y en muestra de ello, planto estos pendones en la playa.
Así lo dijo y rubricó sembrando con energía un pendón que mostraba a un aguila devorando una serpiente.
Sus tripulantes aplaudieron el hecho, en tanto los naturales veían aquella ceremonia sin entender nada de lo que ocurría.
Se enteraron hasta que, por medio del interprete les fué explicada la ceremonia.
Al término de la misma, Juan de Jesús, con auténtico acento castizo gritó: ¡ Recontra y mecachis en la mar!, qué acaso nos he dicho que nuestro Rey y Señor llámase Fernando y que junto con su esposa Isabel de Castilla gobiernan desde la lejana "Tierra del Cocido, la morcilla y las tascas ?.
Si, - respondió Sereno Topiltzin -, llevaremos nuestro mensaje de paz y luego de hacerle una propuesta que no podrá rechazar - dijo adelantándose en varios siglos a las palabras de Don Corleone -, seguros estamos - continuó -, en que consentirá dar su acatamiento y humildad de buena gana y voluntad a nuestro Señor Foxtezuma, habida cuenta que traemos hasta sus súbditos la fé verdadera y la civilización y buenas costumbres que harán de ésta una tierra de paz, sin actos terroristas, sin dictadores sin guerras civiles y sin garrote vil.
Y acto seguido, ante la mirada complacida de sus compañeros de aventuras, plantó un segundo pendón en la playa, culminando la ceremonia con las palabras protocolarias:
"En el nombre de su Majestad Foxtezuma Primero, Tlatoani y Soberano de Tenochtitlán y todos los territorios que su poder abarca, declaro ahora que estas tierras pasan desde ahora a su Real propiedad y a sus naturales vasallos que desde ahora besan sus piés" .
Y continuó: "Nombro en este acto a este lugar: La nueva Xochimilco", añadió, recordando su fresca y soleada pequeña patria.
A la tripulacion se le humedecieron los ojos y algunos estuvieron a punto en prorrumpir en llanto ante la ocasión singular de ser testigos de un evento que sin duda haría historia.
En los naturales de las tierras descubiertas, esta situación solo despertó su indiferencia, ya que, en sus propias palabras: "no entendían ni coño" de aquello que se desarrollaba ante sus ojos.
En el curso de los siguientes días, aquellos naturales que dijeron ser de la tribu de "Los Gallegos", relataron a Topiltzin de lo mucho que sufrían y carecían con aquel forzado vasallaje a que los tenía sometidos aquella a la que llamaban "La Corona " ( aclaremos que no era la cerveza), que gobernaba a la que se llamaba, al decir de su intérprete, "La España", Leon, Castilla y Aragón, las cuales, según dedujo Topiltzin, debían ser las tribus que, en unión de fuerza, sometían bajo su yugo a aquellas buenas gentes, lo cual le indujo a prometer a sus anfitriones que él haría todo lo posible por liberarlos de tan pesada carga.
Tiempo después, luego de abastecer a sus trajineras de agua dulce y de aquello que los naturales llamaban "matalotaje", el equivalente del itacatl o itacate y que consistía en variadas provisiones de boca y al grito de: ¡ Viva Foxtezuma !, que fué coreado por los ciento cincuenta navegantes y que cimbró hasta lo más hondo aquella "tierra de las fabes, el tocino, la paella y la boina" y luego de intercambiar sus granos de cacao y muchos limones por algunas de las llamadas "peinetas, botas de vino, aceitunas, aceite de olivo " y muchas más mercaderías variadas, la comitiva partió reemprendiendo su viaje de descubrimiento, poniendo la proa con rumbo al Sur, bordeando aquella costa.
Europo Pipiltzin, que viajaba a bordo de la trajinera insignia, la Tonantzin, dió inicio al esbozo de los dibujos cartográficos y cartas de marear que bién servirían a la paisanada que más adelante les seguiría en la ruta de aventura.
Al mismo tiempo, ordenó a Europo Pipiltzin que tomara nota de la ubicación de las tierras recién descubiertas, elaborando las primeras cartas de marear que servirían de guía a quienes les siguieran en la emigración que se avecinaba.
Los pendones lelgaron y con gran ceremonia, Topiltzin, rodeado de sus bravos tomó posesión de aquellas tierras pronunciando el discurso que traía preparado para el efecto :
"En nombre de sus Muy Aztecas Majestades, Foxtezuma Primero y Martolinalli, tomo posesión de estas tierras recién descubiertas y en muestra de ello, planto estos pendones en la playa.
Así lo dijo y rubricó sembrando con energía un pendón que mostraba a un aguila devorando una serpiente.
Sus tripulantes aplaudieron el hecho, en tanto los naturales veían aquella ceremonia sin entender nada de lo que ocurría.
Se enteraron hasta que, por medio del interprete les fué explicada la ceremonia.
Al término de la misma, Juan de Jesús, con auténtico acento castizo gritó: ¡ Recontra y mecachis en la mar!, qué acaso nos he dicho que nuestro Rey y Señor llámase Fernando y que junto con su esposa Isabel de Castilla gobiernan desde la lejana "Tierra del Cocido, la morcilla y las tascas ?.
Si, - respondió Sereno Topiltzin -, llevaremos nuestro mensaje de paz y luego de hacerle una propuesta que no podrá rechazar - dijo adelantándose en varios siglos a las palabras de Don Corleone -, seguros estamos - continuó -, en que consentirá dar su acatamiento y humildad de buena gana y voluntad a nuestro Señor Foxtezuma, habida cuenta que traemos hasta sus súbditos la fé verdadera y la civilización y buenas costumbres que harán de ésta una tierra de paz, sin actos terroristas, sin dictadores sin guerras civiles y sin garrote vil.
Y acto seguido, ante la mirada complacida de sus compañeros de aventuras, plantó un segundo pendón en la playa, culminando la ceremonia con las palabras protocolarias:
"En el nombre de su Majestad Foxtezuma Primero, Tlatoani y Soberano de Tenochtitlán y todos los territorios que su poder abarca, declaro ahora que estas tierras pasan desde ahora a su Real propiedad y a sus naturales vasallos que desde ahora besan sus piés" .
Y continuó: "Nombro en este acto a este lugar: La nueva Xochimilco", añadió, recordando su fresca y soleada pequeña patria.
A la tripulacion se le humedecieron los ojos y algunos estuvieron a punto en prorrumpir en llanto ante la ocasión singular de ser testigos de un evento que sin duda haría historia.
En los naturales de las tierras descubiertas, esta situación solo despertó su indiferencia, ya que, en sus propias palabras: "no entendían ni coño" de aquello que se desarrollaba ante sus ojos.
En el curso de los siguientes días, aquellos naturales que dijeron ser de la tribu de "Los Gallegos", relataron a Topiltzin de lo mucho que sufrían y carecían con aquel forzado vasallaje a que los tenía sometidos aquella a la que llamaban "La Corona " ( aclaremos que no era la cerveza), que gobernaba a la que se llamaba, al decir de su intérprete, "La España", Leon, Castilla y Aragón, las cuales, según dedujo Topiltzin, debían ser las tribus que, en unión de fuerza, sometían bajo su yugo a aquellas buenas gentes, lo cual le indujo a prometer a sus anfitriones que él haría todo lo posible por liberarlos de tan pesada carga.
Tiempo después, luego de abastecer a sus trajineras de agua dulce y de aquello que los naturales llamaban "matalotaje", el equivalente del itacatl o itacate y que consistía en variadas provisiones de boca y al grito de: ¡ Viva Foxtezuma !, que fué coreado por los ciento cincuenta navegantes y que cimbró hasta lo más hondo aquella "tierra de las fabes, el tocino, la paella y la boina" y luego de intercambiar sus granos de cacao y muchos limones por algunas de las llamadas "peinetas, botas de vino, aceitunas, aceite de olivo " y muchas más mercaderías variadas, la comitiva partió reemprendiendo su viaje de descubrimiento, poniendo la proa con rumbo al Sur, bordeando aquella costa.
Europo Pipiltzin, que viajaba a bordo de la trajinera insignia, la Tonantzin, dió inicio al esbozo de los dibujos cartográficos y cartas de marear que bién servirían a la paisanada que más adelante les seguiría en la ruta de aventura.
Al mismo tiempo, con toda la modestia que le caracterizaba, Europo bautizó a las tierras recién descubiertas como "Europa", esto con el fin -según informó al ser entrevistado al respecto-, de que no se le olvidara fácilmente.
Un violento temporal los sacó de ruta y los sometió a un bamboleo más propio de los dominios de Tezcatlipoca, que de aquel oceano, lanzándolos a una carrera "a vela loca", baile que duró cinco días, al cabo de los cuales, la tripulación de las tres trajineras quedó en tan precarias condiciones que era dolor ver aquellos rostros demacrados, los taparrabos hechos girones y los penachos que parecían de el gallo perdedor de una pelea.
Sin embargo, con no poco esfuerzo lograron retomar el mando de las naves y horas después volvieron a la ruta original y continuaron bordeando el litoral, llegando a una pequeña bahía que de inmediato fué llamada "La Salvación" y que, más adelante, por voz de los naturales que ahí encontraron, sabrían se llamaba, en la lengua del lugar: "Sanlúcar de Barrameda".
Luego de dejar en el conocimiento de aquellos extraños "que venían en son de paz, etc...etc...etc" y de dejar plantado el consabido pendón, continuaron el viaje descubriendo los puntos que enseguida se listan.
Para efecto de una mejor comprensión, relacionamos el nombre autóctono con el nuevo nombre asignado:
Santa María Calpulli de Tonantzin
Cádiz Nueva Tenochtitlán
Tarifa Lucero Tlaxcalteca
Málaga Nuevo Acapulco
Almería Texcocana
Aguilas Citlali
Cartagena Nueva Xalcomolcotl
Las piraguas, al dejar este último puerto, iban abarrotadas de las riquezas de la tierra como: Tocinos, jamones, todo tipo de embutidos, turrones, aceitunas, vino rojo, mantillas, castañuelas
un capote de Manolete y muchas más mercaderías, algunas de las cuales constituían la primera masiva exportación de colesterol del nuevo al viejo continente.
Topiltzin, al ver que en las trajineras no cabía un jamón más, consideró haber cumplido satisfactoriamente la primera etapa del viaje.
En una segunda etapa se llegaría hasta el lugar donde tendría lugar su entrevista con los Soberanos de aquellas extrañas cuanto hermosas tierras.
A manera de "souvenir", con toda la modestia que le caracterizaba, Topiltzin se permitió la libertad de tomar en rehen a uno de esos seres, llamado Gazpacho Nuñez, el cual sería presentado a Foxtezuma y su corte, como muestra de la raza que poblaba sus nuevos dominios.
El regreso fué lento, pero seguro y por fín, luego de varias semanas de navegación arribaron a Zempoala, cuyos moradores les brindaron una calurosa bienvenida.
El cacique gordo de Zempoala envió mensajeros de buena zancada para dar la buena nueva a Foxtezuma Primero....y a Martolinalli después.
Una vez recuperados del viaje, se armó la expedición para llevar cuantos presentes traían para su Tlatoani y Selñor.
Emprendieron el viaje en el tren de carga de las siete (tren compuesto por cincuenta cargadores robustos, resistentes y "bien totopeados" (alimentados), proporcionados amablemente por el ccique gordo y de esta manera, cuatro días después estaban a las puertas de la limpia, ordenada, florida y fresca Gran Tenochtitlán.
Topiltzin fué recibido por Foxtezuma Primero y Martolinalli.
Durante la ceremonia se formaron vallas de honor compuestas por elementos de la CTM ( Central de Tamemes Mexicas ), sore saliendo las banderas del PRI ( Pescadores Recién Iniciados), del PAN, (Pescadores Adultos Nocturnos); PRD ( Pescadores Ramplones y Difíciles) y luego de las justas y festejos que tuvieron lugar, se empezó a planear la nueva expedición, ya no de descubrimiento, sino de conquista e instalación de gobiernos sometidos al ahora doblemente poderoso Tlatoani.
Martolinalli, despojada de los atuendos Dior y luciendo una hermosa mantilla y elegante peineta, dió repetidos parabienes a Topiltzin, que en ese mismo acto fué nombrado: "Capitan Chinampero de la Mar Oceana), habiéndole sido otorgado por derechos de primicia, el territorio de La Nueva Tonantzin con derecho a trabajadores, no precísamente exclavos, sino "voluntarios" a su servicio adquiriendo desde entonces el título nobiliario y honorífico de "Pipiolo del Valle de Tonantzin".
La corte en pleno hizo los honores al extraño brebaje rojo al que los naturales de las lejanas tierras llamaban "vino" y era muy de verse la euforia despertada en sus ánimos, a grado tal que al amanecer todavía "se bailaba por bulerías" con mucho sonar de castañuelas, ritmo e instrumentos recién traídos del nuevo mundo apenas descubierto.
En todos los teocallis se quemaban varas aromáticas día y noche, en honor de Huitzilopochtli y Tonantzin, cuyo manto protector permitió a los intrépidos trajineros cumplir con una misión tan árdua y ambiciosa.
En el Templo Mayor se leyeron, en voz del Huey Tolatoani Lopetl Obratiltzin, los ascensos decretado0s por Foxtezuma a favor de aquellos esforzados navegantes, notificando a los habitantes de La Gran Tenochtitlán el reciente nombramiento de Capitán Chinampero de la mar oceana, a favor de Topiltzin Coyotl.
Con las almas radiantes, los cuerpos fatigados y los bolsillos bien forrados, pasados tantos festejos, los esforzados aventureros fueron requeridos por Foxtezuma Primero, quien convocó a su Consejo de Ministros para deliberar y tomar la decisión de emprender el segundo viaje, nueva aventura que les permitiría abordar decidídamente la conquista de las tierras recién descubiertas.
( continuará )
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