ME ENAMORÉ DE MEXICO

Por:
Héctor Augusto Martínez Spota


Hace algunos días, platicando con una joven Licenciada en Letras Hispánicas salió a relucir el tema de las muchas y variadas bellezas que tiene nuestro México, las cuales, curiosamente, solo conocemos y apreciamos algunos pocos mexicanos.
La petulancia de muchos de nuestros paisanos cuando platican: “la última vez que estuve en Europa o Asia, o África, u Oceanía” choca dramáticamente cuando se les pregunta si conocen Tzintzuntzan o Pátzcuaro o Ciudad Serdán o Pénjamo y su respuesta seguramente va a ser: “no, yo ya no quiero conocer nacadas” prefiero el glamur del extranjero.. Yo, a mis casi 60 años confieso y siempre lo he hecho, que soy un enamorado perdido de México, de su lengua, sus pueblos, sus paisajes, su música, sus tradiciones y este amor nació en mí desde mi muy lejana infancia y se cimentó cuando, por motivos de trabajo, conocí, por tierra, por ferrocarril, por aire y por agua este país como no hay otro en el mundo, el país que me vio nacer y que me verá morir llevándome en las retinas la imagen de sus ríos, sus volcanes sus valles y su gente llana, sencilla, afectiva y hospitalaria. Por ello nunca dejaré de gritar: “Que viva México”.