¿ Y cómo los voy a apoyar ?. Es muy simple; vamos dejando a un lado el "complejo de Malinche" y a adoptar de alguna manera un híbrido de las doctrinas Monroe y Estrada, adaptadas a la mexicana y que operarían bajo el principio de proteger a toda costa a la industria y comercio mexicanos para ayudarles a sortear esta crísis, manteniendo de esta manera la planta de empleo y la planta productiva nacionales evitando la fuga de divisas tan nociva a nuestra economía.
¿ Que cómo operaría esta propuesta ?, tan simple como limitar nuestras compras, aún a nivel familiar, a empresas extranjeras cuyas utilidades generalmente emigran al exterior apoyando, generalmente, a la economía de nuestro vecino al Norte y convirtiéndose, paradojicamente en barreras fronterizas que atentan contra nuestros compatriotas.
Apoyemos al comercio e industria nacionales cuyo dinero, a pesar de las adversidades, permanece en el país, empresas que sobreviven a pesar de las embestidas de nuestras autoridades fiscales y de nuesros voraces sindicatos.
De esta manera estaríamos ayudando a preservar la planta laboral, sin permitir que se sacrifiquen inútilmente plazas de empleo, manteniendo en operación a la planta productiva y haciendo un frente común ante las amenazas económicas del exterior.
Claro está que para llegar a esta forma de unidad nacional, debemos ir borrando de nuestro subconsciente el tan acendrado "complejo de Malinche", que tanto daño nos ha hecho como país. Tenemos que aceptar que la mercancía que se vende en los supermercados con nombre en inglés, es exactamente igual a la que expenden las tiendas mexicanas grandes y chicas y que las fantasiosas ofertas que nos ofrecen, son solo parte de una estrategia comercial de engañoso equilibrio que fácilmente, cualquier ama de casa que realice semanariamente sus compras en el lugar, podrá corroborar.
Ademas de lo anterior, las tiendas con membrete extranjero ni siquiera tienen una plantilla propia de personal, ya que operan a través de su novedoso sistema "out sourcing"que consiste en que una empresa independiente contrata a los "asociados" a salarios de hambre, carentes de todas las prestaciones y le dá el servicio de reclutamiento y abastecimiento de personal a la tienda, absorbiendo incluso los riesgos y costos que representan las que, para otros comerciantes e industriales son objeto de respeto y estricto cumplimiento, y nos referimos a las temibles y de sobra conocidas y estudiadas responsabilidades fiscales y laborales por lo que, el personal de la tienda, los famosos "asociados", no cuentan ni siquiera con el aliciente de un reparto de las utilidades de la tienda, ya que no pertenecen en sí a la plantilla laboral de la misma.
¿ Y esto qué representa en terminos llanos ?; simplemente es el cínico despojo de un irrenunciable derecho consagrado al trabajador utilizando argucias supuestamente legales y desgraciadamente toleradas por las autoridades, a las que desde la época de la expropiación petrolera acuden los empresarios extranjeros. Sin embargo, nuestro gobierno poca atención ha prestado a este tipo de hechos olvidando que el trabajador también merece de su atención, toda vez que es precísamente su voto el que lleva a nuestros personajes de la política al poder y que son elegidos en teoría para velar por el bien de sus conciudadanos ( pero esto en la realidad, desgraciadamente es letra muerta ).
El hecho es que si nuestras autoridades no lo hacen, justo es que el movimiento parta de nosotros y en un gesto de unidad hagamos frente a esta situación y nos apoyemos como mexicanos; tenemos un gran país, tenemos todos los recursos que muchas naciones en el mundo quisieran; somos un pueblo combativo que entendió en su momento el dejar las armas a cambio de la razón y ha llegado el momento de usar esta en beneficio del país que hemos de heredar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Pongamos nuestro granito de arena para construír el México ideal donde nos gustaría vivir.
Todo es posible con el concurso de cada hombre y cada mujer mexicanos. Apoyemos a nuestros connacionales y hagamos aún más grande a nuestra querida nación.
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